A medida que vamos usando una piedra de afilar esta se va desgastando y soltando material, lo que en algún momento provocará que estemos afilando con una piedra curva, provocando con ello un mal acabado a nuestro proceso de afilado.
Una vez que nos pasa lo anterior es totalmente necesario rectificar nuestra piedra y la mejor forma de hacerlo es usando una placa diamantada (en lo posible con planimetría certificada).
Procedemos a marcar nuestra piedra con lápiz grafito para luego mojarla y comenzar a pasarla sobre la placa diamantada hasta que el patrón de dibujo desaparezca completamente.
Haz click acá para ver los detalles de la placa diamantada que nosotros usamos para las rectificaciones:
Una vez que hayas borrado todo el patrón de tu piedra, esta estará lista para poder seguir realizando afilados.